Cada vez es más necesario el permiso de conducir para la vida diaria como el ocio el
trabajo etc.... Por eso superar las pruebas
necesarias para su obtención es un verdadero reto para una gran parte de la
población. A unos por su formación académica y a otros por diversos motivos
como la falta de tiempo, (trabajo, estudios etc.…) con lo cual se les hace casi imosible,
Veamos algunas recomendaciones para que sea algo más llevadero el examen, y
se nos haga «menos cuesta arriba».
Examen teórico.
Para pasar la prueba sin problemas hay que asistir y atender a las clases teóricas.
- Leer el tema el cual nos explica el profesor.
- Hacer los test temáticos referente a ese tema.
- Luego empezar con los test de examen.
El día del examen, lee las preguntas y sus correspondientes respuestas con
calma, por mucho que sepas que una de ellas es la correcta.No te precipites, lee todas las respuestas ya que hay
muchas respuestas que son similares y elige la que creas más correcta.
Recuerda que una buena formación teórica es una buena base para el examen práctico.
Examen práctico.
Debes conocer los mandos del vehículo en el que nos vamos a
examinar.
Como el acelerador, el freno, la palanca de cambios. También los limpias, las luces etc...
En más de una ocasión un chaparrón en
medio del examen nos obliga a poner los limpias, y si el alumno no sabe o
no recuerda cómo se hace, puede suponer más nerviosismo, y por supuesto, un
suspenso.
Tener ciertos conocimientos de los criterios de calificación de los examinadores.
Por ejemplo todo el mundo a lo que más le teme es
que se nos cale el vehículo, cuando en realidad puede ser una falta leve, (a no
ser que sea con peligrosidad). Ya que es un fallo que en realidad no
se tiene en cuenta.
Es más importante poner bien un indicador o la
separación lateral de seguridad. Y no nos podemos olvidar la de una colocación en el asiento,
que es otra de las cosas que se les suele olvidar a
los alumnos durante el examen.
Es importante, porque
si no has colocado bien nada más subirte al vehículo corres el riesgo de que,
una vez que el vehículo está en marcha, no tengas una buena visibilidad
por los retrovisores, o incluso no llegues bien para accionar los mandos o
los pedales.
No le tengas miedo al
examinador. No nos puede encañar diciéndonos que nos metamos por una
calle que es dirección prohibida. Eso es una leyenda urbana.
Un examinador, sí te puede decir que gires en el siguiente cruce que puedas
a la derecha, por lo tanto hay que estar muy pendiente a la señalización.
Además, a la persona que nos examina nos podemos dirigir con
naturalidad, y preguntarle si tenemos dudas, porque por haber entendido
mal una indicación podemos llegar a cometer un error.
No tenemos que tener miedo, y si no hemos oído
o entendido algo, le podemos pedir que nos lo repita con total tranquilidad.
Recuerda que es muy importante una buena preparación tanto teórica como práctica.
Suerte para todos.
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