miércoles, 15 de enero de 2014

LA VELOCIDAD. ¿Recuerdas las velocidades genéricas?


La velocidad excesiva o inadecuada es un grave problema para la seguridad en el tráfico. Los estudios afirman que éste es un factor de riesgo determinante en más de un 25% de los siniestros de circulación en nuestro país.

La velocidad aumenta la frecuencia de los accidentes de tráfico e incide, de una manera especial, en su gravedad. Además, en muchas ocasiones este factor de riesgo aparece asociado a otros, como por ejemplo las condiciones climatológicas adversas, la inexperiencia del conductor o el consumo de alcohol. Esto aumenta significativamente la probabilidad de sufrir un accidente.

Ante este problema la mejor solución es conducir siempre adecuando la velocidad a las circunstancias de la vía y su entorno, a las del vehículo y a las del conductor. Con ello no sólo evitaremos los accidentes de tráfico directamente relacionados con la velocidad, sino que estaremos más protegidos frente al efecto de otros factores de riesgo.

Los diferentes tipos de velocidad son:

Velocidad máxima:

·  Límite superior de velocidad permitido para la vía por la que circulamos.

·  Velocidad mínima:
Límite inferior de velocidad permitido para la vía por la que circulamos.

·  Velocidad excesiva:
Cuando se circula a una velocidad superior a la velocidad máxima permitida se está circulando a una velocidad excesiva.

·  Velocidad anormalmente reducida:
Cuando se circula a una velocidad inferior a la velocidad mínima permitida se está circulando a una velocidad anormalmente reducida

·  Velocidad inadecuada:

Cuando se circula a una velocidad que no se adapta a las condiciones climatológicas o a las circunstancias de la vía, del tráfico, del vehículo o a las condiciones del conductor.

Puede ser que la velocidad a la que se circula se encuentre dentro de los límites permitidos para la vía pero que, ante una situación problemática, el conductor tenga muchas dificultades para controlar el vehículo. Por ejemplo, en días de lluvia se suelen producir más accidentes ya que muchos conductores circulan a la misma velocidad que en un día soleado, o sea, circulan a una velocidad permitida pero inadecuada en días de lluvia

·  Velocidad adecuada:

·        Cuando se circula adaptando la velocidad a las condiciones cambiantes del tráfico, de la vía, del vehículo o al estado del conductor, por ejemplo si se encuentra fatigado, se está circulando a una velocidad adecuada.

·        La velocidad adecuada está siempre por debajo de la velocidad máxima y por encima de la mínima, pero no es igual a ninguna de las dos.

·        Circulando con una velocidad adecuada seremos capaces de controlar nuestro vehículo ante cualquier obstáculo o imprevisto que pueda surgir.
       ¿Recuerdas las velocidades genéricas?
 Veamos el cuadro de velocidades y hagamos un repaso.
     


    


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