Aunque el
número de accidentes de tráfico ha ido disminuyendo estos últimos años, el
número de víctimas mortales que anualmente se producen sigue siendo elevado.
Una correcta actuación durante la primera hora después del accidente es de
vital importancia, ya que es durante este periodo de tiempo cuando se produce
la mayor parte de las muertes.
Obligación de auxilio
Obligación de auxilio
Toda persona
que presencie, se encuentre o esté implicada en un accidente está obligada a
prestar ayuda, cuando sea necesario y siempre que no exista riesgo propio ni de
terceros.
De no
hacerlo se incurrirá en un delito de omisión de socorro tipificado por el
código penal. Así mismo las personas que, no pudiendo prestar socorro, no
demanden con urgencia el auxilio de otras personas.
Cómo actuar ante un accidente
La actuación
básica en caso de accidente será la indicada por la regla PAS (Proteger,
Avisar, Socorrer). Recordar estas siglas nos ayudará a actuar de
forma correcta, sobre todo teniendo en cuenta que los primeros instantes de un
accidente suelen ser momentos de caos y de mucha tensión.
En primer
lugar adoptaremos medidas de protección, tanto para nosotros como para el resto
de usuarios de la vía:
- Nos protegeremos a nosotros mismos estacionando nuestro vehículo en un lugar seguro. Si es posible lo haremos fuera de la calzada y del arcén. Cuando no sea posible accionaremos las luces de emergencia.
- Antes de salir del vehículo nos pondremos el chaleco reflectante. Aunque sólo es obligatorio llevar uno en el vehículo, es aconsejable llevar alguno más.
- Señalizaremos el lugar del accidente con los triángulos de preseñalización de peligro a 50 metros y visibles a 100 metros.
- Inmovilizaremos el vehículo accidentado con el freno de mano e impedimos que se fume en la zona del accidente.
- Intentaremos garantizar la seguridad del tráfico avisando a los conductores que se aproximen al lugar del accidente.
Una vez
hemos tomado las medidas de protección anteriores, avisaremos a los servicios
de emergencia llamando al número 112. Este número es accesible en toda Europa,
aunque no se disponga de cobertura ni de saldo en el móvil.
Los
servicios de emergencias actuarán en base a la información que les
proporcionemos, por lo que es importante transmitir los datos que nos soliciten
con concreción y detalle.
El último
paso de la regla PAS será socorrer a las víctimas. Si no tenemos conocimientos
de primeros auxilios y no existe peligro para los heridos lo mejor será no
manipularlos, sobre todo para evitar posibles lesiones medulares. Si existe
peligro para los heridos, los moveremos manteniendo la cabeza y el cuello
siempre rectos. Como norma general nunca quitaremos el casco a un accidentado.
Es
importante estar al lado de la víctima y taparla, tanto en invierno como en
verano, para evitar una posible hipotermia. Hablaremos con ella para
transmitirle tranquilidad y seguridad, indicándole por ejemplo que la ayuda ya
está en camino, que no se preocupe por los demás heridos o que todo está bajo
control.
Debemos
desterrar la idea de que ayudar en un accidente es únicamente auxiliar a los
heridos. Los dos primeros pasos de la regla PAS, proteger y avisar, son
fundamentales y de realización inexcusable por parte de la persona que socorre.
Si al llegar
al lugar de un accidente la ayuda ya estuviera organizada, no tendremos la
obligación de parar. En este caso es importante continuar nuestro trayecto sin
ralentizar la marcha para observar el suceso. En muchos accidentes se producen
atascos y situaciones de peligro por lo que es conocido como el efecto mirón.
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