Conducir con niebla puede comprometer la seguridad porque
limita la visibilidad y hace más deslizante la calzada.
La niebla
supone uno de los más peligrosos problemas para la circulación y puede producir
accidentes en cadena muy graves cuando los conductores no mantenemos una
distancia de separación adecuada a las condiciones de visibilidad.
El uso correcto del alumbrado antiniebla (la trasera es obligatoria si la niebla es espesa) y adecuar la velocidad a la marcha para poder frenar a tiempo, son las mejores armas. Aunque el alumbrado antiniebla puede utilizarse también cuando nieva o llueve intensamente, se conviene desconectarlo si existe riesgo de deslumbramiento a los conductores que circulan detrás; es decir, si la niebla, la lluvia o la nieve son ligeras.
Por otro lado, si la niebla es intensa y circulamos por carreteras convencionales, se desaconseja el adelantamiento. A continuación le explicamos los riesgos de este fenómeno atmosférico para la circulación y cómo debemos actuar.
El uso correcto del alumbrado antiniebla (la trasera es obligatoria si la niebla es espesa) y adecuar la velocidad a la marcha para poder frenar a tiempo, son las mejores armas. Aunque el alumbrado antiniebla puede utilizarse también cuando nieva o llueve intensamente, se conviene desconectarlo si existe riesgo de deslumbramiento a los conductores que circulan detrás; es decir, si la niebla, la lluvia o la nieve son ligeras.
Por otro lado, si la niebla es intensa y circulamos por carreteras convencionales, se desaconseja el adelantamiento. A continuación le explicamos los riesgos de este fenómeno atmosférico para la circulación y cómo debemos actuar.
Los riesgos
de la niebla
Con niebla
muy intensa, el conductor puede quedarse sin visibilidad más allá de una
veintena de metros. En estas circunstancias, no se distingue el trazado ni se
percibe la presencia de otros vehículos hasta que prácticamente los tenemos
encima. Además, debemos tener en cuenta que la niebla humedece la calzada
haciéndola más deslizante, y si las temperaturas descienden por debajo de cero
grados, podría llegar a helarse.
Cómo actuar
Además del
alumbrado antiniebla trasero, que es obligatorio, encienda el antiniebla
delantero, ya que así hará más 'ancha' la franja de carretera iluminada para
ver mejor, además de ser visto; y no use las luces de largo alcance, que
rebotan en los cristales de las gotas de agua en suspensión. Otra precaución
inmediata que debe adoptar es reducir la velocidad tanto como sea necesario
para adaptarla a su campo de visión, de manera que pueda detenerse siempre
dentro de la zona visible. En caso extremo, uilice como guía las marcas
longitudinales del centro y laterales de la carretera.
Cómo
esquivar el peligro, en 4 pasos
La niebla
puede ocultar un peligro que puede aparecer de repente. Sepa cómo debe
reaccionar:
1. Con ABS,
frene a fondo. Si sus
frenos son convencionales, reduzca la presión si nota que se bloquean las
ruedas, ya que alargaría la frenada y se quedaría sin dirección.
2. Busque
hacia dónde ir. Si no va a
ser capaz de detenerse a tiempo, busque la mejor vía de escape y no se
quede mirando el obstáculo.
3. Gire
progresivamente el volante. Media vuelta de volante, como mucho hacia la vía de
escape, y deshaga el giro con un movimiento rápido y corto tras rebasar el obstáculo.
4. Regrese a
su carril. Hágalo
suavemente tratando de estabilizar el coche; y si fuera necesario, frene y
deténgase fuera de la carretera.
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